Torah para Vivir

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30 ene 2012

Torah en Español Libro Shemot (Éxodo) Beshalaj

LIBRO SHEMOT - PARASHÁ BESHALAJ (al enviar) Shevat 5 - 11, 5772 / Enero 29 – Febrero 4, 2012 17 Sucedió que cuando el Faraón envió al pueblo, que Dios no lo condujo por camino de la tierra de los filisteos, que estaba cerca, pues Dios dijo: «Tal vez el pueblo cambie de opinión cuando vea guerra y retorne a Egipto». 18 Dios dirigió al pueblo hacia el camino del Desierto, en dirección al Mar Rojo. Los Hijos de Israel estaban armados cuando salieron de la tierra de Egipto. 19 Moshé (Moisés) tomó los huesos de Iosef (José) con él, pues había hecho jurar a los Hijos de Israel, diciendo: «Ciertamente Dios os recordará y subiréis de aquí mis huesos junto con vosotros». 20 Ellos se trasladaron de Sucot y acamparon en Etam, al borde del Desierto. 21 El Eterno iba delante de ellos, de día en una columna de nube, para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego, para darles luz, para que pudieran marchar de día y de noche. 22 Y no quitó de delante del pueblo la columna de nube durante el día ni la columna de fuego durante la noche. 14 - 1 El Eterno habló a Moshé (Moisés), diciendo: 2 «Habla a los Hijos de Israel y que regresen y acampen antes de Pi hajirot, entre Migdol y el mar, antes de Baal Tzefon; acamparéis enfrente, junto al mar. 3 El Faraón dirá acerca de los Hijos de Israel: Están perplejos en la tierra, el desierto los ha encerrado. 4 Endureceré el corazón del Faraón y él os perseguirá, y Yo Me glorificaré a través del Faraón y de todo su ejército, y Egipto sabrá que Yo soy El Eterno». Y así lo hicieron. 5 Se le dijo al rey de Egipto que el pueblo había huido; y el corazón del Faraón y sus siervos cambió respecto del pueblo, y dijeron: «¿Qué es esto que hemos hecho, que hemos enviado a Israel, que nos servía?». 6 Él alistó su carroza y tomó a su pueblo con él. 7 Tomó seiscientas carrozas selectas y todas las carrozas de Egipto, con oficiales sobre todas ellas. 8 El Eterno endureció el corazón del Faraón, rey de Egipto, y éste persiguió a los Hijos de Israel, y los Hijos de Israel salían triunfantes. (2ª ALIÁ / DÍA) 9 Egipto los persiguió y los alcanzó, acampados junto al mar, todos los caballos y las carrozas del Faraón y sus jinetes y su ejército, junto a Pi hajirot, antes de Baal Tzefon. 10 El Faraón se aproximó; los Hijos de Israel alzaron la vista, y ¡he aquí que Egipto venía tras ellos!. Y tuvieron mucho miedo; los Hijos de Israel clamaron a El Eterno. 11 Le dijeron a Moshé (Moisés): «¿Acaso no había tumbas en Egipto que nos trajiste para que muramos en el desierto? ¿Qué es esto que nos has hecho al sacarnos de Egipto? 12 ¿Acaso no es esto lo que te dijimos en Egipto, diciendo: Déjanos, y serviremos a Egipto? pues mejor es que sirvamos a Egipto y no que muramos en el desierto». 13 Moshé (Moisés) le dijo al pueblo: «¡No temáis! Fortaleceos y ved la salvación de El Eterno, que Él hará hoy por vosotros; porque como habéis visto hoy a Egipto ¡jamás los volveréis a ver! 14 El Eterno librará batalla por vosotros y vosotros permaneceréis en silencio». (3ª ALIÁ / DÍA) 15 El Eterno le dijo a Moshé (Moisés): «¿Por qué clamas ante Mí? Habla a los Hijos de Israel y que marchen. 16 Y tú, levanta tu vara y extiende tu brazo sobre el mar, y pártelo; y los Hijos de Israel entrarán en medio del mar, sobre tierra seca. 17 Y he aquí que endureceré el corazón de Egipto y vendrán tras ellos; y Yo Me glorificaré a través del Faraón y a través de todo su ejército, a través de sus carrozas y a través de sus jinetes. 18 Egipto sabrá que Yo soy El Eterno, cuando Me glorifique a través del Faraón, sus carrozas y sus jinetes». 19 El ángel de Dios que había estado yendo al frente del campamento de Israel se trasladó y fue tras ellos; y la columna de nube se trasladó de delante de ellos a detrás de ellos. 20 Se colocó entre el campamento de Egipto y el campamento de Israel, y esa noche había nube y oscuridad, bloqueando toda visibilidad, y nadie se acercó al otro durante toda la noche. 21 Moshé (Moisés) extendió su mano sobre el mar y El Eterno movió el mar con un fuerte viento del este toda la noche, y corrió el mar a tierra húmeda, y las aguas se partieron. 22 Los Hijos de Israel entraron al mar, sobre tierra seca; y el agua era un muro para ellos, a su derecha y a su izquierda. 23 Egipto los persiguió y fue tras ellos, todos los caballos del Faraón, sus carrozas, y sus jinetes, en medio del mar. 24 Y sucedió al amanecer que El Eterno acometió contra el campamento de Egipto con una columna de fuego y nube, y provocó el desconcierto en el campamento de Egipto. 25 Quitó las ruedas de sus carrozas e hizo que condujeran con dificultad. Dijo Egipto: «Huiré de Israel, pues El Eterno está librando guerra para ellos en contra de Egipto». (4ª ALIÁ / DÍA) 26 El Eterno le dijo a Moshé (Moisés): «Extiende tu mano sobre el mar y el agua volverá sobre Egipto, sobre sus carrozas y sobre sus jinetes». 27 Moshé (Moisés) extendió su mano sobre el mar, y hacia la mañana el agua recuperó su fuerza inicial, cuando los egipcios huían en dirección a ella; y El Eterno agitó a Egipto en medio del mar. 28 El agua retornó y cubrió las carrozas y los jinetes de todo el ejército del Faraón que venían detrás de ellos en el mar, y no quedó ni uno solo de ellos. 29 Los Hijos de Israel anduvieron sobre tierra seca en medio del mar; el agua era un muro para ellos, a su derecha y a su izquierda. 30 Aquel día, El Eterno salvó a Israel de la mano de Egipto, e Israel vio a los egipcios muertos en la costa. 31 Israel vio la gran mano que El Eterno infligió sobre Egipto; y el pueblo temió a El Eterno y tuvieron fe en El Eterno y en Moshé (Moisés), Su siervo. 15 - 1 Entonces Moshé (Moisés) y los Hijos de Israel quisieron cantar esta Canción a El Eterno, y dijeron lo siguiente: Cantaré a El Eterno pues Él es exaltado sobre el arrogante, habiendo arrojado al caballo junto con su jinete al mar. 2 El poder y la valentía de Dios fue la salvación para mí. Éste es mi Dios y yo Le construiré un Santuario; el Dios de mi padre y yo Lo exaltaré. 3 El Eterno es el Amo de la guerra. Su Nombre es El Eterno. 4 Las carrozas y el ejército del Faraón arrojó al mar, y lo selecto de sus oficiales se enlodó en el Mar Rojo. 5 Aguas profundas los cubrieron; descendieron a las profundidades como una piedra. 6 Tu diestra, Oh Eterno, se glorifica con fuerza; Tu diestra, Oh Eterno, destruye al enemigo. 7 En Tu gran Majestad, aniquilas al enemigo; envías Tu ira, que los consume como paja. 8 Con un soplo de Tus fosas nasales las aguas se amontonaron; erguidas como un muro se pararon las aguas corrientes, las aguas profundas se congelaron en el corazón del mar. 9 El enemigo dijo: «Perseguiré, daré alcance, dividiré el botín; saciaré mi codicia con ellos. Desenvainaré mi espada, mi mano los empobrecerá». 10 Tú soplaste con Tu viento, el mar los envolvió; se hundieron como plomo en el agua embravecida. 11 ¡Quién es como Tú entre los poderes celestiales, El Eterno! ¡Quién es como Tú, poderoso en santidad, imponente para la alabanza, Hacedor de maravillas! 12 Tú extendiste Tu diestra: la tierra los devoró. 13 Con Tu benevolencia guiaste a este pueblo que redimiste; Tú los condujiste con Tu poder a Tu sagrada morada. 14 Los pueblos oyeron y se agitaron; el terror dominó a los habitantes de Filistea. 15 Entonces, los jefes de Edom se conturbaron y el temblor dominó a los poderes de Moab, todos los habitantes de Canaán se disolvieron. 16 El temor y el terror cayeron sobre ellos, ante la grandeza de Tu brazo se enmudecieron como la piedra; hasta que pasó Tu pueblo, Oh Eterno, hasta que pasó este pueblo que Tú adquiriste. 17 Tú los traerás y los implantarás en el monte de Tu heredad, el cimiento de Tu lugar de residencia que Tú, El Eterno, has hecho; el Santuario, mi Señor, que Tus manos establecieron. 18 ¡El Eterno reinará por toda la eternidad! 19 Cuando la caballería del Faraón entró con sus carrozas y jinetes al mar, y El Eterno volvió las aguas del mar sobre ellos, los Hijos de Israel anduvieron sobre tierra seca en medio del mar. 20 Miriam, la profetisa, hermana de Aarón, tomó su tambor en la mano y todas las mujeres fueron tras ella con tambores y con danzas. 21 Miriam habló ante ellas: «Cantadle a El Eterno, pues Él es exaltado sobre el arrogante, habiendo arrojado al caballo junto con su jinete al mar». 22 Moshé (Moisés) hizo que Israel marchara del Mar Rojo y salieron hacia el Desierto de Shur; anduvieron durante tres días en el desierto, mas no hallaron agua. 23 Llegaron a Mará, pero no pudieron beber las aguas de Mará, pues eran amargas; por eso lo llamaron Mará. El pueblo se quejó ante Moshé (Moisés), diciendo: «¿Qué beberemos?». 25 Él clamó ante El Eterno y El Eterno le mostró un árbol; él lo arrojó al agua y el agua se volvió dulce. Allí Él estableció un decreto y una ordenanza, y allí Él lo puso a prueba. 26 Dijo: «Si obedeces diligentemente la voz de El Eterno, tu Dios, y haces lo recto a Sus ojos, prestando oído a Sus preceptos, y observando todos Sus decretos, entonces ninguna de las enfermedades que traje sobre Egipto las traeré sobre ti, pues Yo soy El Eterno, tu Curador». (5ª ALIÁ / DÍA) 27 Llegaron a Elim, donde había doce fuentes de agua y setenta palmeras; allí acamparon junto al agua. 16 - 1 Marcharon de Elim, y toda la asamblea de los Hijos de Israel llegaron al Desierto de Sin, que se encuentra entre Elim y Sinaí, el día quince del segundo mes de su partida de la tierra de Egipto. 2 Toda la asamblea de los Hijos de Israel se quejó contra Moshé (Moisés) y Aarón en el desierto. 3 Los Hijos de Israel les dijeron: «Si tan sólo hubiéramos muerto por la mano de El Eterno en la tierra de Egipto, cuando nos sentábamos junto a la olla de carne, cuando comíamos pan hasta saciarnos, pues nos habéis sacado a este desierto para matar de hambre a toda esta congregación». 4 El Eterno le dijo a Moshé (Moisés): «He aquí que haré llover pan para vosotros desde el cielo; que el pueblo salga y recoja la porción de cada día ese día, para que los pueda poner a prueba, a ver si siguen Mis enseñanzas o no. 5 Y sucederá que al sexto día, cuando preparen lo que traen, será el doble de lo que recogen todos los días». 6 Moshé (Moisés) y Aarón les dijeron a todos los Hijos de Israel: «Al anochecer, sabréis que El Eterno os sacó de la tierra de Egipto. 7 Y a la mañana veréis la gloria de El Eterno que ha oído vuestras quejas contra El Eterno, pues ¿qué somos nosotros para que presentéis quejas contra nosotros?», 8 y Moshé (Moisés) dijo: «Al anochecer El Eterno os dará carne para comer y a la mañana pan hasta saciaros. El Eterno oirá vuestras quejas que os quejáis contra Él, pues ¿qué somos nosotros?, no es contra nosotros que os quejáis, ¡sino contra El Eterno!». 9 Moshé (Moisés) le dijo a Aarón: «Dile a toda la asamblea de los Hijos de Israel: Aproximaos delante de El Eterno, pues Él ha oído vuestras quejas». 10 Cuando Aarón habló ante toda la asamblea de los Hijos de Israel, ellos giraron en dirección al desierto, y he aquí que la gloria de El Eterno apareció en una nube. (6ª ALIÁ / DÍA) 11 El Eterno le habló a Moshé (Moisés), diciendo: 12 «He oído las quejas de los Hijos de Israel. Háblales, diciendo: A la tarde comeréis carne y a la mañana os saciaréis con pan, y sabréis que Yo soy El Eterno vuestro Dios». 13 Y fue hacia el anochecer que las codornices subieron y cubrieron el campamento, y a la mañana había una capa de rocío alrededor del campamento. 14 La capa de rocío ascendió y he aquí que sobre la superficie del desierto había expuesto algo delgado como la escarcha sobre el suelo. 15 Los Hijos de Israel vieron y se dijeron los unos a los otros: «¡Qué es eso!», pues no sabían lo que era. Moshé (Moisés) les dijo: «Éste es el pan que El Eterno os ha dado para que comáis. 16 Esto es lo que El Eterno ha ordenado: Recoged de él, cada hombre según lo que coma, un omer por persona, de acuerdo con la cantidad de personas, cada uno tomará según cuantos haya en su tienda». 17 Los Hijos de Israel así lo hicieron y recogieron, hubo quien tomó más y quien tomó menos. 18 Midieron en un omer y todo el que tomaba más no tenía nada extra, y todo el que tomaba menos no le faltaba; cada uno juntó según lo que come. 19 Moshé (Moisés) les dijo: «Ningún hombre puede dejar restos de la comida hasta la mañana». 20 Mas no obedecieron a Moshé (Moisés), y hubo gente que dejó restos hasta la mañana, y se agusanó, y se apestó, y Moshé (Moisés) se enfureció con ellos. 21 Lo recogieron mañana tras mañana, cada hombre según lo que come, y cuando el sol se ponía fuerte, se derretía. 22 Y aconteció al sexto día que recogieron una porción doble de comida: dos omer cada uno; y todos los líderes de la asamblea vinieron y le contaron a Moshé (Moisés). 23 Él les dijo: «Esto es lo que El Eterno había hablado; mañana es día de descanso, Shabat sagrado para El Eterno. Hornead lo que deseéis hornear y cocinad lo que deseéis cocinar, y todo lo que quede, guardadlo para vosotros como depósito hasta la mañana». 24 Ellos guardaron hasta la mañana, tal como había ordenado Moshé (Moisés); no se apestó y no se agusanó. 25 Dijo Moshé (Moisés): «Comedlo hoy, pues hoy es Shabat para El Eterno. Hoy no lo encontrarán en el campo. 26 Seis días lo recogeréis, mas el séptimo día es Shabat, y ese día no habrá». 27 Y ocurrió al séptimo día que algunos salieron a recoger, mas no hallaron. 28 El Eterno le dijo a Moshé (Moisés): «¿Cuánto tiempo os negaréis a observar Mis preceptos y Mis enseñanzas? 29 Ved que El Eterno os ha dado el Shabat; por eso Él os da el sexto día una porción doble de pan. Que cada hombre permanezca en su sitio; que ningún hombre abandone su sitio el séptimo día». 30 El pueblo descansó el séptimo día. 31 La Casa de Israel lo llamó maná. Era como una semilla de cilantro, blanca y con sabor a una masa frita en miel. 32 Moshé (Moisés) dijo: «Esto es lo que El Eterno ha ordenado: un omer entero de él servirá de depósito para vuestras generaciones, para que vean el pan con que os alimenté en el desierto, cuando os saqué de Egipto». 33 Moshé (Moisés) le dijo a Aarón: «Toma una vasija y coloca en ella un omer entero de maná; colócala ante El Eterno como depósito para vuestras generaciones». 34 Tal como El Eterno le había ordenado a Moshé (Moisés), Aarón la colocó ante el Arca del Testimonio como depósito. 35 Los Hijos de Israel comieron el maná durante cuarenta años, hasta su arribo a una tierra habitada; comieron el maná hasta su arribo a la frontera de la tierra de Canaán. 36 El omer es una décima parte de un eifá. (7ª ALIÁ / DÍA) 17 - 1 Toda la asamblea de los Hijos de Israel marchó desde el Desierto de Sin hacia sus viajes, según la palabra de El Eterno. Acamparon en Refidim, y no había agua para que el pueblo bebiera. 2 El pueblo disputó con Moshé (Moisés) y le dijo: «¡Danos agua para que bebamos!». Moshé (Moisés) les dijo: «¿Por qué disputáis conmigo? ¿Por qué ponéis a prueba a El Eterno?». 3 El pueblo tuvo sed de agua, y el pueblo se quejó contra Moshé (Moisés) y dijo: «¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para matarme de sed a mí y a mis hijos y a mi ganado?». 4 Moshé (Moisés) clamó ante El Eterno, diciendo: «¿Qué puedo hacer para este pueblo? ¡Otro poco más y me apedrearán!». 5 El Eterno le dijo a Moshé (Moisés): «Pasa delante del pueblo y toma contigo a algunos ancianos de Israel; y toma en tu mano tu vara con que golpeaste el río, y ve. 6 Y he aquí que estaré ante ti junto a la roca de Joreb; golpearás la roca y el agua emanará de ella y el pueblo beberá». Así lo hizo Moshé (Moisés) a la vista de los ancianos de Israel. 7 Llamó al lugar Masá Umeribá, debido a la disputa de los Hijos de Israel y debido a que probaron a El Eterno, diciendo: «¿El Eterno está entre nosotros, o no?». 8 Vino Amalek y se enfrentó a Israel en Refidim. 9 Moshé (Moisés) le dijo a Ioshúa (Josué): «Elígenos gente y ve a enfrentarte a Amalek; mañana me pararé sobre la cima del monte con la vara de Dios en mi mano». 10 Ioshúa (Josué) hizo tal como le dijo Moshé (Moisés) y se enfrentó a Amalek; y Moshé (Moisés), Aarón y Jur subieron a la cima del monte. 11 Y sucedió que cuando Moshé (Moisés) alzaba la mano, Israel prevalecía, y cuando bajaba la mano, Amalek prevalecía. 12 Las manos de Moshé (Moisés) se volvieron pesadas, de modo que tomaron una piedra y la colocaron debajo de él, y él se sentó en ella, y Aarón y Jur le sostenían las manos, uno de este lado y el otro del otro lado, y él permaneció con las manos (elevadas) en plegaria hasta la puesta del sol. 13 Ioshúa (Josué) debilitó a Amalek y a su pueblo con el filo de la espada. (MAFTIR) 14 El Eterno le dijo a Moshé (Moisés): «Escribe esto como recordatorio en el Libro y recítalo a los oídos de Ioshúa (Josué), que ciertamente borraré el recuerdo de Amalek de debajo de los cielos». 15 Moshé (Moisés) construyó un altar y lo llamó: «El Eterno es Mi Milagro»; 16 y dijo: «Pues la mano está sobre el trono de Dios: El Eterno mantiene guerra contra Amalek, de generación en generación».

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