Torah para Vivir

Torah para Vivir

25 ago 2013

22 de Elul Mi cumpleaños

BS”D



Qué quiero para mi cumpleaños?
Cambiar el mundo!
Tal vez este próximo, muy próximo “cumple”, se me cumple este deseo!

No es necesario ser un gran observador para ver que así como vamos, no podemos seguir...

Mi pregunta: Qué está mal?

Hay muchas respuestas posibles, pero yo elijo dos.
1- El porcentaje abrumador de personas que se sienten y viven infelices.
2- La falta de moral en la búsqueda y las acciones calamitosamente erradas y errantes para solucionar el punto 1

Intentando pensar una solución...
Obviamente no es una solución inmediata, y tampoco intenta responder a la locura que viven los paises donde la violencia del estado deja poco espacio para pensar y muchas urgencias por sobrevivir.
Este escrito va dirigido a aquellos que vivimos en sociedades que, aunque estén al borde del colapso, todavía nos permiten meditar, hablar, decidir y cambiar.

Por qué la gente se siente infeliz?
Convengamos que la mayor parte de las personas no sabe que se siente infeliz. Han nacido y vivido rodeados de personas que se sienten infelices y aceptan esta “realidad” como algo normal, inmodificable. Viven alienados, desconectados de sus anhelos verdaderos y esenciales. Tienden a buscar una forma de vida aceptable y sin sobresaltos. Y su deseo más verdadero es, “que los dejen tranquilos”.
La otra parte de la gente, sabe, se siente infeliz, pero no encuentra cómo solucionar esa condición. Busca por todas partes, desde eternizar el tiempo en que el cuerpo era joven, acumular grandes cantidades de poder, o dinero, o de comida... Intentan calmar la angustia o la ansiedad o la depresión a través de encuentros íntimos vacíos de intimidad, acudiendo al alcohol, a las drogas, etc.

La infelicidad no descarta a nadie, ni a los pobres, ni a los ricos, ni a los inteligentes, ni a los tontos, ni a los exitosos ni a los fracasados.
Infelicidad y éxito, suena como un casamiento extraño, pero sólo hay que dar una mirada a la lista de muertes entre los ídolos del mundo del espectáculo en el pináculo de sus carreras...

Y lo cierto es que la infelicidad es una enfermedad que podría prevenirse con un cambio radical en nuestras vidas, más allá de cualquier circunstancia o destino que nos toque atravesar.

El mundo corre constantemente hacia el desarrollo de resultados externamente medibles.
El mundo propone constantemente un modelo que, a las claras, privilegia un extremo desarrollo de lo superficial.
Y no nos podemos quejar.
Cada segundo que pasa, la tecnología es mejorada, y abaratada para que más y más personas en el mundo obtengan beneficios cuantitativos y cualitativos de ella.
El problema radica en que en esa carrera por crecer en lo perceptible, lo esencial es dejado de lado, y con el despojo de lo esencial, todos los avances en materia de comunicaciones, medicina, artes, industria, arquitecturas, o lo que fuere, no logran beneficiar a los seres humanos, éste camino no crea ni individuos ni sociedades felices.

Qué es lo esencial que se deja de lado?

Como ya hace años que muchos hablan de eso, si la persona madura sus emociones, su autoestima es alta, conoce sus metas para mejorarse y mejorar el entorno en el que se mueve, es muy probable que también exprese que se siente feliz con su vida.

Pero lamentablemente, no nos estamos ni formando ni educando para madurar nuestras emociones y menos aún nuestra moral.

Algunos errores básicos.

La educación formal, no sirve.
Los niños y jóvenes pasan aproximadamente 13 años en un sistema que en lugar de ayudarlos a conectarse con lo valioso que ellos tienen dentro de sí, en lugar de ayudarlos a expresar ese ser interior que trae un mensaje a toda la Creación, en lugar de aprender a ser empáticos, colaboradores, o simplemente explorar creativamente sus talentos y capacidades, se los embota, se los aburre con información inservible, se los encasilla, se los distrae, se los desconecta de la alegría de aprender.

Un joven de 18 años sale “al mundo” de la universidad, del trabajo, o de la desocupación, con un montón de años de su vida desperdiciados en aprender información poco o nada relevante para su vida real. No tiene idea de lo que es correcto, moralmente correcto y lo que no. Y sus valores, en el mejor de los casos, los obtuvo de su familia, y en el más habitual de los casos, de sus pares y de los medios de comunicación, pero en la educación formal, salvo casos excepcionales, no existe como materia curricular un programa para aprender a madurar las emociones en forma positiva tanto en lo individual como en lo social.

El fanatismo por materias como matemáticas, informática, ingles, etc. responde a un modelo que privilegia los resultados cuantitativos. Pero este modelo fracasó. Porque la genialidad de los avances en ese único sentido va de la mano de la escasa capacidad para formar hogares, educar y acompañar a nuestros hijos, ser más sensibles a nuestros sentimientos y a los sentimientos de otros, detener la corrupción, la violencia, o cualquiera de las epidemias humanas fundamentadas en la ausencia de moral y madurez emocional.

La escuela o la educación debería ser un lugar donde deberíamos descubrir cuales son las herramientas que nos ayudarán a desarrollar nuestros talentos y capacidades en forma positiva tanto para nosotros mismos como para toda la Creación.

Pensemos que hoy los niños y jóvenes casi no tienen buenos ejemplos cotidianos sobre el actuar con una base moral, y sobre ir madurando las emociones.

Los pocos padres que intentan sostener un estandarte de lo que es correcto, y lo que no, o que intentan conversar sobre los sentimientos y buscar soluciones acordes a las necesidades de todos los integrantes del hogar, muchas veces se sienten desilusionados al constatar que el trabajo hecho a todo pulmón y conciencia dentro de la casa, se ve atacado y herido por quienes supuestamente deberían cuidar a nuestros hijos.

La escuela, (salvo contadas excepciones) a lo largo de su extensión y planteo, no resulta ser un lugar donde los seres humanos aprendan de sí mismos, ni de el prójimo, ni de lo que les gustaría ser cuando sean grandes.

La información, como muchos representantes de la educación lo anuncian a gritos, ya está disponible en Internet, lo que deberíamos hacer, es guiar hacia la búsqueda de la formación apropiada según las necesidades que cada niño, cada joven y/o cada adulto requiera.

Imaginemos una escuela donde la actividad principal de la educación “formal”, fuera abrir un abanico de talleres, grupos, que le permitan a los educandos conocer dónde se sienten a gusto y donde no, y qué cosas sienten que tienen para aportar y que cosas se dan cuenta que deben adquirir.
Imaginemos un taller de geometría que enseñe esta materia a través de la confección de moldes para vestimentas o la producción de maquetas a escala, del barrio, de una represa, o del escenario donde otros representaran una obra musical escrita por ellos mismos...
Imaginemos talleres donde se aprenda matemáticas y/o contabilidad a traves de la organización de un kiosco escolar, atendido por alumnos de distintas edades con distinto tipo de responsabilidades.
Talleres de danza, de música, de plomería, de deportes, de huerta, veterinaria, talleres en serio, con profesionales que enseñen en forma rotativa, en la propia escuela, o en escuelas cercanas.
Imaginemos un taller de cine, donde los niños escriban sus historias, o muestren sus realidades en un documental...

También obviamente, habría que crear sitios de internet “seguros” para que los alumnos puedan investigar y traigan sus propios materiales.
Tal vez podría haber una nueva institución que se dedique exclusivamente a crear y revisar sitios para el alumnado y los profesores.

Un plan así, parece tan oneroso!
Sin embargo, es posible, sólo hay que cambiar un dinero por otro.
Cuánto le cuesta a la sociedad, tener niños y jóvenes que están deprimidos, o inactivos, o peor, perdidos en adicciones?
Cuánto le cuesta a los padres sostener un sistema que durante años sus hijos pierden infinitas oportunidades de saber lo que quieren hacer, disfrutar con el esfuerzo de un aprendizaje valioso para ellos mismos en el presente y para el futuro?

Una escuela basada en infinitas posibilidades de talleres es posible. Sólo hay que hacer un intento piloto serio y en pocos años, cotejar los resultados .

Niños y jóvenes felices estarán más sanos, serán más beneficiosos para ellos y para el mundo.

Pero la felicidad no llega sólo porque uno sabe lo que le gusta y lo aprende con placer. La felicidad tiene sus reglas. Tiene que estar basada en una moral firme.

Sin moral, la búsqueda de la felicidad puede convertirse en algo horrendo.

Pensemos un minutos, cuántos médicos han debido pasar exámenes de moral? Cuántos abogados, psicólogos, arquitectos, rabinos, o políticos?

Nadie es evaluado moralmente, no por lo menos de manera sistemática ni como parte esencial para pasar de grado o recibir un título.

El mundo nos enseña, y así estamos, que lo importante es avanzar.
Pero lo que verdaderamente importa es cómo y hacia dónde.
Sin moral, todo lo que se desarrolla, es un arma mortal.
Sin moral, no importa la genialidad, ni el coeficiente intelectual o emocional, sin moral, sólo hay destrucción.

Entonces, uno de los principales cambios que debemos generar es la priorización de una actitud moralmente correcta.
Cómo se alcanza?
Quién puede decir qué es correcto y qué no.
Obviamente el Único que lo puede decir es Di-s.
Di-s es el Maestro de la moral a la que debemos aspirar los seres humanos.
Cualquiera que conozca los 7 Preceptos básicos que Di-s le dio a toda la humanidad, ya tiene una base para comenzar a trabajar.
Y para los judíos, que tenemos 613 Preceptos, también se vuelve necesario que, tanto en las Yeshivot como en las escuelas, se implemente la evaluación moral tanto del alumno como del educador.

Podemos educar hacia la bondad, hacia el respeto, y tenemos con qué.
En lugar que la evaluación de la conducta del alumno se base en si cumple con el estatuto escolar y no molesta, se podría educar hacia la cooperación, la evaluación grupal, el compañerismo, la creatividad en la resolución de los conflictos, etc.
Qué pasaría si utilizáramos el sistema de Gran Hermano para registrar lo que hacen tanto los alumnos, como el personal docente, o el personal de limpieza, etc.
Este sistema crearía la clara sensación de que somos observados y sin embargo, esta situación no nos quitaría el libre albedrío.
Sé que suena “peligroso”, pero no lo es si TODOS tienen acceso a ver el registro de los sucesos en una institución.
Si los padres o los alumnos secundarios pueden acceder a gran parte de los videos que graban no solamente las clases sino también eventos, charlas, presentaciones, recreos, etc.; esto serviría tanto para evitar la violencia tanto física como verbal, los abusos tanto físicos como verbales, tanto de parte de los educadores como de los educandos.
Y tendría una aplicación más, la de poder recibir clases que por algún motivo les interesa recibir. Ya sean clases que el alumno debe cursar o clases que le interesan, o quiere rendir libre, o se quiere evaluar a un profesor ya sea para contratarlo o premiarlo o para relegarlo de la tarea.

Nuevamente van a surgir los que adviertan de lo oneroso que es implementar un sistema de video que capte todos los sucesos en la institución escolar, pero sabemos que este argumento, es tan sólo una resistencia a cambiar.

Esta idea de proyecto surge gracias a Di-s, Todopoderoso, que me da esta hermosa posibilidad de soñar con soluciones posible de aplicar si se pone la voluntad en marcha.
Ésto es sólo un boceto para pensar...

Después de todo, las grandes revoluciones, comenzaron como un sueño...

Y ya que pronto, Di-s nos creará nuevamente, creo que es una muy buena idea, sugerirLe que nos bendiga con un año nuevo bueno, dulce y pleno de éxitos y satisfacciones en concretar nuestros mejores anhelos.

Shana Tová uMetuká para todos aquellos que sueñan con mejorar y curar el mundo.


Patriicia Dvorah Starkloff

3 comentarios:

Yvonne Cruz-Sandoval Martell dijo...

Señora y Maestra querida:

Desde ayer vi su texto, pero quise esperar a tener un tiempo disponible para leerlo y disfrutarlo. Hoy, muy tempranito, antes de que llegaran mis pacientes, lo leí por completo y, como siempre, fue un escucharla de cerca y con la atención que usted merece. Es un texto diferente, sentido, pensado, e importante como todos los que escribe, pero sobre una temática que ya pocos se atreven a tocar, por eso lo llamo "diferente".

Primero, quiero desearle que Di-s le conceda una larga y hermosa vida. ¡¡¡Feliz cumpleaños!!!. La fecha me llama la atención. Si no me fallan los cálculos, el día de su cumpleaños se celebra a una personalidad universal importante (perdone que la mencione como tal): San Agustín de Hipona, uno de los cuatro grandes doctores de la Iglesia. Pero lo importante de él es que fue un incansable buscador de la verdad y difundió como valor principal para el alma del hombre : EL AMOR; supo que las ideas eternas están en Di-s y son los arquetipos según los cuales crea el Cosmos. Di-s, que es una comunidad de amor, sale de sí mismo y crea por amor, por lo tanto, todo lo que él crea es bueno, el mal es ausencia de bien y fruto indeseable de la libertad del hombre, de su libre albedrío.... ¿Por qué lo menciono?, porque estas certezas que se albergan en las grandes almas, se albergan en la suya, Maestra. Lo menciono, porque todo lo que ha dicho en su texto, se resume a una problemática de ausencia de Amor verdadero: amor, cada uno, por sí mismo y amor por los demás, pero sobre todo, amor por HaSehm, por el Eterno Padre infinitamente amoroso.

Como Usted lo puntualizó de muchas formas, no estamos educados para el Amor; y como la mayoría de padres y maestros carecen de esta formación, todo se convierte en un círculo vicioso muy difícil de romper. Usted ha expuesto soluciones excelentes... De hecho, hay en el mundo quiénes pensamos un tanto diferente de las mayorías, pero esas mayorías nos tachan de.... bueno, de muchas cosas porque se sienten "agredidos" en su zona de confort. No obstante, nunca falta quiénes nos comprenden y se ven beneficiados con nuestras diferencias. En el trato médico, en la docencia, esto se ve con suma frecuencia..... Pero todo lo ha dicho ya usted de forma muy puntual.

Acá lo importante es que, siendo su cumpleaños, Usted no pide para sí sino para el mundo... Así, como lo hicieron los grandes Santos. Conozco de su generosidad desde hace mucho tiempo, la respeto y la quiero por ello. Reciba mi admiración, los mejores deseos para usted y sus seres amados de parte de Anyel y míos, y la unión de nuestras plegarias a las suyas, para que Di-s le regale en este cumpleaños, el obsequio que Usted ha pedido.

Espero que HaShem me permita seguir charlando con Usted. Gracias por escucharme. Besos y rosas, con mucho cariño.

Yvonne

Patriicia Deborah Starkloff dijo...

Gracias Yvonne
Que aquel que bendice, sea a su vez bendecido.
Shana Tová Umetuká
Patriicia Dvorah

MARISSA SANCHEZ DE ZARAZUA. dijo...

ME ENCANTA SU BLOG Devorah SHALOM ALEJEM Y SHANA TOVA